Las personas con TDA (trastorno por déficit de atención) o con TDAH (déficit de atención con hiperactividad) padecen un conjunto de síntomas que se podrían resumir en dos:
-No mantienen con facilidad un adecuado estado de alerta para poder atender a los estímulos necesarios para realizar la tarea o acción que se precise en cada momento (desatendiendo los estímulos irrelevantes).
-En ocasiones no pueden controlar con facilidad el cuerpo y el movimiento de éste y actúan con impulsividad.
Las causas de que no sean capaces de realizar estas dos funciones son muy variadas y, aunque parece existir una predisposición genética y hereditaria, el desarrollo y evolución del niño desde su concepción y muy especialmente durante la gestación, el parto y el primer año de vida, determinará el grado de maduración que alcance.
Existe desde hace ya tiempo una corriente de profesionales expertos en desarrollo infantil que trabajan buscando esta solución por medio de la estimulación y maduración del sistema nervioso del niño. Estos profesionales se centran en conocer bien todas las manifestaciones del problema concreto de cada caso para saber cómo solucionarlo en la medida en que sea posible. Frente a la opción muy respetable de trabajar los síntomas visibles, hay otros tratamientos que buscan una organización neurológica, pretenden estimular, activar y hacer madurar las zonas cerebrales implicadas en el TDA y TDAH. Buscan que estas zonas cerebrales funcionen adecuadamente para que así desaparezcan los síntomas y también el trastorno en sí mismo. Los beneficios no son transitorios, sino definitivos.
Para quienes no conocen la organización neurológica, puede resultar extremadamente “difícil” o utópica la idea de poder lograr la maduración cerebral exigida para una función. Sin embargo, resulta mucho más sencillo de lo que pueda parecer en un principio.
Decía Beatriz Padovan, logopeda y experta en reorganización Neurofuncional, que “si imitamos a la naturaleza tenemos menos posibilidades de equivocarnos”. Y la naturaleza establece que el bebé (también el embrión y el feto antes de nacer) ha de atravesar por determinadas etapas que le llevan a vivir experiencias que serán determinantes en su desarrollo cerebral.
Cada movimiento que realiza el niño y cada estímulo que recibe a través de los sistemas sensoriales, supone información que llega a su sistema nervioso central haciendo que su cerebro madure y se desarrolle. Sin estos estímulos no existe desarrollo cerebral.
Gracias a las neurociencias y a la neuropsicología, hoy conocemos mejor cómo se produce el desarrollo cerebral y cómo incide este desarrollo en las capacidades y el funcionamiento del niño. Sabemos qué estímulos son necesarios para que se cumplan todas las etapas del desarrollo. Y en esto se basan los métodos que persiguen desarrollar y organizar el sistema nervioso del niño.
Resultan métodos tan “naturales” que muchas veces sorprenden a los padres que han de aplicarlos en sus hijos con sencillos ejercicios basados en el movimiento o en el tacto profundo. Son estímulos sencillos y naturales que han de repetirse y mantenerse constantes para producir el efecto buscado. “Sencillo” y “natural” no necesariamente significa “fácil”, por lo que estas terapias requieren el compromiso por parte de los padres durante el tiempo que sea necesario.
Sin embargo, por medio de este trabajo diario y constante, no sólo resulta posible tratar los problemas que acarrea el tdah, sino que cada avance en este sentido será permanente, no transitorio. Y no se contemplan efectos negativos adversos.
Vigilando y apoyando el desarrollo del niño, junto al cuidado en la alimentación y los hábitos y rutinas diarias, podemos recobrar la esperanza dentro de la preocupante situación dada por el abrumador aumento del TDAH. Existen varias opciones y cada día más profesionales con los que podemos contar para llevarlas a cabo. Estas terapias no tienen por qué excluir el trabajo cognitivo-conductual. Entre los mejores métodos podemos destacar la Caligrafía consciente, la Integración sensorial y el método Feldenkrais entre otros.
Nosotros trabajamos el TDAH desde una visión holística e integradora teniendo en cuenta la singularidad, el sistema familiar, el inconsciente y el “conflicto activo”. Dotando de herramientas al niño, joven o adulto para su manejo así como la toma de consciencia de los padres o los implicados en la experiencia como parte fundamental de la resolución del síntoma. Trabajamos con el método bioalma, bioneuroemoción, resonancia quantum, esencias florales, aceites esenciales (aromaterapia), nutrición, frecuencias y nuestro acompañamiento con el programa de “CALIGRAFÍA CONSCIENTE”.
Entendemos que todo conocimiento integrador aporta a la resolución de problemas y desafíos del momento actual. Cada niño es único y especial y necesita ser tratado de forma integral acompañando su desarrollo, de lo contrario terminamos siendo adultos que nos quedamos en esa etapa infantil sin madurar donde no fuimos atendidos en nuestras necesidades.
La reeducación caligráfica consciente logra extraordinarios resultados en el tratamiento del TDA y TDAH.
“Al final del proceso, el TDAH termina convirtiéndose en un conjunto de ventajas para la persona que lo padeció y ello se explica porque nuestra metodología consigue equilibrar y enfocar adecuadamente toda la maravillosa energía hiperactiva, controlando la impulsividad y la dispersión atencional.”
Además de reeducar los trazos que neuromodulan la atención (Sube regresando), la concentración (Sube avanzando) y el orden y autocontrol (Baja centrado), el alumno va a aprender y practicar el resto. Especialmente aquellos que necesite cambiar para resolver dificultades o para potenciar funciones cognitivas, emocionales y órgano-físicas tan importantes como:
Razonamiento y memoria (trazo Baja avanzando)
Sentido práctico y motivación por estudiar... (Sube centrado)
Creatividad y deliberación (Regresa bajando),
Comunicación y expresión (Avanza bajando)
Defensa y seguridad (Baja regresando)
Autoestima y selección de lo conveniente (Regresa centrado),
Flexibilidad y transformación (Regresa subiendo),
Sociabilidad y amabilidad (Avanza subiendo)
Liberación emocional y naturalidad (Avanza centrado).
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